
Los restos fueron encontrados en una cueva cerca del famoso Cenote Sagrado, donde se realizaron más de 100 entierros entre el año 500 d.C. y el siglo XIV, cuando Chichén Itzá era un centro de poder en el mundo maya.
Aunque los sacrificios se asociaban a rituales de fertilidad y se pensaba que incluían mujeres, este nuevo hallazgo contradice esa teoría.
Se encontró la presencia de gemelos idénticos, figuras importantes en la mitología maya y el Popol Vuh, sugiere un simbolismo especial en estos sacrificios, relacionados con la búsqueda de favor divino para la fertilidad, la lluvia y la guerra.